Ansiedad y estrés

Cuando la mente se acelera y el cuerpo se tensa, puede parecer que no hay forma de frenar. La ansiedad es una señal de que algo dentro necesita atención. Trabajo con personas que viven con miedo anticipatorio, insomnio, sensación de descontrol o una inquietud constante que impide disfrutar del día a día.

Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que va más allá de la tristeza pasajera: se caracteriza por un desánimo persistente, falta de energía, pérdida de interés en actividades y pensamientos negativos que afectan la vida diaria.
La psicoterapia ayuda ofreciendo un espacio de apoyo profesional donde la persona puede comprender lo que le ocurre, identificar patrones de pensamiento y comportamiento que mantienen el malestar, y aprender recursos prácticos para recuperar el bienestar y construir una vida más equilibrada.

Trauma Psicológico

Hay experiencias que marcan profundamente y no se olvidan solo con el paso del tiempo. A veces, quedan atrapadas en el cuerpo y en la mente. Trabajo con personas que sienten que ciertas vivencias pasadas aún les condicionan. Utilizo herramientas como EMDR o hipnosis clínica para favorecer el procesamiento y la integración de lo vivido.

Terapia sexual y de pareja

Estar en pareja no siempre es fácil. Las diferencias, el deseo, el pasado, el miedo o la rutina pueden afectar la relación. Trabajo con parejas y personas que desean entender mejor su mundo relacional y sexual, mejorar la comunicación y reconectar con lo que sí quieren construir juntos.

Adicciones

Las conductas adictivas son hábitos que generan una dependencia —a sustancias o actividades— y que la persona mantiene a pesar de sus consecuencias negativas en la salud, las relaciones o la vida cotidiana.
La psicoterapia ofrece un espacio para comprender las causas de la adicción, fortalecer la motivación para el cambio y desarrollar estrategias prácticas que permitan recuperar el control y mejorar la calidad de vida.

Autoestima

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos; mejorarla implica aprender a reconocer nuestro valor, cuidar el diálogo interno y cultivar la confianza en nuestras propias capacidades.