
HIPNOSIS CLINICA
¿Qué es la hipnosis clínica?
La hipnosis clínica es una herramienta terapéutica seria, avalada por la ciencia y utilizada por profesionales de la salud mental. No tiene nada que ver con el espectáculo ni con la pérdida de control. Consiste en un estado de atención focalizada que facilita el acceso a recursos internos y procesos inconscientes, con fines terapéuticos.
Evidencia científica actual (2023–2025)
Estudios recientes respaldan la eficacia de la hipnosis clínica en diversos ámbitos:
– Rosendahl et al. (2024): Meta-análisis de 49 estudios y 261 ensayos.
• El 54 % mostró efectos clínicos medios o grandes.
• Usos: dolor, salud mental, trabajo con niños.
– Peter B. (2024): Aplicaciones de la hipnosis en psicoterapia, neuroplasticidad y medicina psicosomática (Frontiers in Psychology).
– Fuhr et al. (2023): Ensayos clínicos muestran que la hipnosis es igual o más eficaz que la TCC en casos de depresión leve y tabaquismo.
– Buckholdt et al. (2024): Más de 6.000 pacientes:
• Reducciones de dolor de 8–13 puntos en escala 0–100.
• Fuerte apoyo a su uso en hospitales y consultas.
– Contemporary OBGYN (2024):
• Reducción de sofocos, mejora del sueño y bienestar emocional durante la menopausia.
– Wiley (2025):
• Hipnosis para el síndrome del intestino irritable (SII): menos síntomas digestivos, menos estrés intestinal y mejor calidad de vida.
✅ Conclusión: La hipnosis clínica tiene respaldo científico sólido en ansiedad, dolor, insomnio, adicciones, trastornos funcionales (SII) y depresión leve. Su eficacia aumenta cuando se integra en un proceso clínico bien guiado.

¿Es segura la hipnosis?
Sí. La hipnosis clínica es segura, consciente y colaborativa. El paciente mantiene el control en todo momento: puede hablar, detener la sesión si lo desea y recordar lo vivido. La hipnosis nunca se impone, sino que se construye en un entorno de confianza, respeto y claridad.


¿Cómo es una sesión?
Una sesión de hipnosis es un espacio seguro y guiado, en el que el paciente entra en un estado de atención focalizada y profunda relajación. Durante este proceso, la persona permanece consciente en todo momento, escuchando la voz del psicólogo y manteniendo control sobre lo que ocurre.
El psicólogo utiliza técnicas de sugestión y visualización para facilitar cambios en pensamientos, emociones o conductas, siempre orientados a los objetivos terapéuticos acordados. Cada sesión se adapta a las necesidades del paciente, y suele ser una experiencia calmante, clara y constructiva.